La Justicia confirmó la cautelar que suspendió provisoriamente la obra que extiende la calle Combate de Pavón por sobre el Arroyo Morón, en el límite entre Hurlingham y Tres de Febrero, al considerar que la Provincia no cumplió con todos los requisitos legales correspondientes al cambio de uso de suelo.
El juez Luciano Enrici, que ahora subroga el Juzgado en lo Contencioso Administrativo N° 2 de San Martín, sostuvo en su resolución que no se presentó el informe de impacto ambiental acorde a la obra y que «el que se presentó está viciado de irregularidades», explicaron desde el Movimiento Ambientalista de Hurlingham, una de las organizaciones que presentaron el amparo.
Además, el magistrado indica en el fallo que no se cumplió con la audiencia pública. La obra estaba en la etapa 3, con ejecución de Vialidad de la Provincia, en acuerdo con los municipios de ambas orillas del Arroyo Morón.
Resolución
En los considerandos del fallo, el juez cita la defensa que hizo la Provincia, que se amparó en la Resolución N° 78-2019 del 22 de abril de 2019 dictada por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que aprueba el curso del proyecto. Y dice que se «acompañó documentación que avala sus dichos, así como informes técnicos del gerente general de la empresa, en los cuales se cuantifican los daños producidos por la suspensión de la obra (…), destacando que por los trabajos de desmonte de la calle Combate de Pavón del lado del partido de Hurlingham, quedó la calzada cortada al tránsito, con gran desnivel y afectada la circulación de los frentistas».
La Provincia pide liberar la obra porque «podría producirse acumulación de agua y que debe cuidarse el vallado y señalización del lugar». «Afirmó que los trabajos de construcción del puente quedaron paralizados a niveles del inicio de las estructuras de columnas, pilares y estribos, quedando sin concluir el estribo oeste, por lo que no se está realizando el relleno y construcción del terraplén, lo cual implica un posible riesgo ante una crecida».
«Apuntó que la flota de equipos fue retirada hacia el obrador central de Berazategui, quedando expuesta al vandalismo, robos y deterioro por tener que dejar los equipos a la intemperie sin los cuidados necesarios por tiempo indefinido, además de tener que adoptar una seguridad especial para su resguardo».