Cerraron todos sus locales en Zona Oeste y otras partes del país tras caerse su venta.

El fracaso en las negociaciones para desprenderse del Holding y la crisis financiera que atraviesa hace año y medio hicieron que el dueño de Garbarino y Compumundo cerrara hoy decenas de sucursales en todo el país.

La federación de Comercio había denunciado anoche ante el Ministerio de Trabajo de esta decisión comunicada ayer por el dueño de la cadena, Carlos Rosales, a sus gerentes. Esto ocurre a una semana de la marcha organizada por sindicatos de las zona oeste y sur del GBA. Y hay una autoconvocatoria en redes sociales para volver a las oficinas centrales de la empresa el lunes próximo.

«La situación es cada vez mas compleja. Lo que se dice es que se cayó la venta de la empresa. Rosales, el que nos puso en esta situación, no quiso negociar. Ayer cerraron todas las sucursales hasta que se resuelva. Lo notificaron a las 15. Pero a las 7 de la tarde dijeron que iban a abrir, menos en Zona Oeste. En este momento las sucursales de zona oeste están con las persianas bajas. Lo cual nos pone en una situación de angustia, porque lo relacionamos con el vaciamiento que vienen haciendo. Seguimos sin salario. De mal en peor», relató esta tarde Érica Salazar, delegada del SEOCA en el Garbarino de Plaza Oeste (adonde la reubicaron tras el cierre, el año pasado, de la boca que estaba en la esquina de Belgrano y Rivadavia, Morón centro).

La deuda que tiene Garbarino asciende hoy a más de $4.600 millones y están pendientes unos 3.800 empleados, que reclaman el pago de salarios atrasados. Aún en cuarentena, la empresa se sostenía por los ATP. Hoy sus trabajadores apenas si cobran los REPRO. La recesión del sector este año se acentuó.

Algunas casas la sobrellevan mejor. Pero Garbarino venía con problemas de arrastre. Por eso Rosales, protesorero de San Lorenzo, compró en junio del 2020. Casi desde entonces busca una oferta para vender, incluso entre quienes fueron sus competidores el año pasado. El empresario rechazó la última oferta de compra que propuso Facundo Prado, propietario de la firma de telecomunicaciones Supercanal Arlink, y ahora busca nuevas alternativas para la mayor cadena de electrónica y electrodomésticos del país.

Garbarino cuenta con 200 sucursales. Del mismo modo, la planta productora de Tierra del Fuego se encuentra en crítica situación. El holding tiene otros negocios también, como el turismo. Nada que haya servido en lo económico.

Antes de la aparición de Prado, otras dos empresas habían mostrado un interés por Garbarino. Uno era el fondo Inverlat -los dueños de Havanna-, que según fuentes del mercado contaba con el respaldo de su competidor Frávega.