Dirigentes de Juntos por el Cambio, militantes y vecinos de El Palomar y Ciudad Jardín, entre otras localidades de la Zona Oeste, iniciaron el 28 de diciembre una campaña de firmas para pedirle al Ministerio de Transporte que vuelva a funcionar el Aeropuerto de El Palomar, cerrado desde marzo del 2020.
La petición se hizo el último fin de semana en forma presencial y a través de Change.Org donde la iniciativa del radical Gustavo Daniel Deheza, ya reunió más de 40 mil firmas desde el 28 de diciembre. La intención es llegar a 50 mil.
«El aeropuerto de El Palomar, inaugurado el 20 de julio de 1910, es un aeródromo de origen militar, que a fines del año 2017 se convirtió en comercial gracias a la iniciativa privada de la empresa Low Cost para la concesión del uso de la terminal como su base de operaciones», explica la Petición.
El final del AEP se confirmó el 14 de diciembre, a través de un comunicado conjunto entre el Ministerio de Transporte y el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) en el que evitaron la palabra «cierre» pero echaron por tierra la posibilidad de que vuelva a contar con vuelos regulares. Las dos aerolíneas low cost que nacieron en El Palomar serán trasladadas al Aeroparque Metropolitano. Al menos eso es lo que les prometieron. Por ahora utilizan Ezeiza. Sus pasajes aumentaron en forma exponencial.
El problema de desarrollo queda en la zona oeste, aunque con las cartas echadas sólo queda la pelea política en las redes sociales, donde unos piden mantener el aeropuerto y otros dejar todo así. El kirchnerismo duro sigue hablando del «aeropuerto trucho». Los intendentes K, que primero lo criticaron y luego pidieron sostenerlo, finalmente hicieron un saludable silencio.
El problema de fondo no es ideológico. Es de caja. «El Palomar fue el primer aeropuerto en vuelos de cabotaje dentro del territorio bonaerense, llegando a superar al aeropuerto de Ezeiza en cantidad de vuelos domésticos, y al de Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires en el segmento de vuelos regionales a países limítrofes. Es el sexto aeropuerto más importante de toda Argentina en cantidad de pasajeros transportados durante 2019 con 1.793.619 usuarios. Desde que comenzó a operar se generaron más de 1.000 puestos de trabajo directos y otros 3.000 empleos de manera indirecta, pero actualmente se encuentra sin vuelos ni aerolíneas en virtud de una decisión netamente política dentro de la gestión de Alberto Fernández», rezan en Change.
Días después de confirmar el cierre del AEP, el Gobierno le renovó la concesión de los aeropuertos a AA2000, que reclamaba por los «costos» de El Palomar. La Brigada Aérea, descuidada, necesitó de una inversión inicial, pero sólo este año las obras en el Jorge Newberry demandaron 5000 millones de pesos. Aerolíneas Argentinas más de 500 millones de dólares de ayuda estatal. En plena pandemia y pese a la crisis. Nada de eso costó el AEP.
«Desde el oficialismo se sostiene que el cierre del aeropuerto está vinculado a motivos técnicos u operativos, sin embargo resulta evidente que sólo es una excusa enmarcada en el rechazo a toda acción de gestión durante la era Macri», plantea el pedido de Deheza.
Y agrega: «Es el único aeropuerto del AMBA, que brinda la posibilidad de llegar en tren. Su cierre no solo afecta a los comerciantes, sino a los 2 millones de pasajeros que volaron desde El Palomar».